Barquero, cuida tu barca

Ha bajado la marea

y ha quedado tu barquita

encallada en las arenas.

Pintando el día de aurora

la mañana se despierta

y encuentra tu barca sola.

Barquita qué triste estás

que no te agitan las olas

a la orilla de la mar.

Barquero, barquero, dime,

Dime cuál fue su pecado

que los remos que la mecen

los dejaste abandonados.

Usa tus remos barquero

que tu barca está dispuesta,

¡dale la vida de nuevo!

El llanto de la petenera

¿Qué te pasa petenera

que tienes tristes los ojos

y tu risa zalamera

la guardas con mil cerrojos?

¿El porqué de tus quebrantos?

¿el porqué de tus temores?

¿el porqué son esos llantos?

¿el porqué de tus dolores?

¡Porque no viene mi amante

con sus ojos de aceituna

a conocer el semblante

del hijo que está en la cuna,

que con el canto del gallo

se duerme esperando el día,

que aparezca en su caballo

bajando la serranía!

No le esperes, que no viene,

que a otra ventana se asoma,

que otra mujer le entretiene

y bebe de otros aromas.

La vieron como alma en pena

de negro luto vestida,

con carita de azucena

y de amores consumida.

Doblando están las campanas

que se ha muerto de la pena,

esperando en su ventana

a que su amante viniera

a conocer a su hijo,

¡Ayayay la petenera!

El ala de tu sombrero (Garrotín)

Tran tran treiro treiro treiro trirorá.*
Leiro leiro leiro leiro leiro lá.

Tienes mi niño los ojos
del color de la aceituna
y tus labios de amapolas
tan dulces como el azúcar

Salgo a la puerta a esperarte
cuando te veo venir
y si no besas mi boca
yo me quisiera morir.

Estribillo

Al garrotín al garrotán
de la vera, de la vera de san Juan.*

Con una cinta de seda
yo te regalé un sombrero
y en ella puse mis labios
con sabor a caramelo.

El ala de tu sombrero
tiene los filos “moraos”
y cuando beso tu cara
tú te pones “colorao”.

Al estribillo

Me dices que no te quiero
porque nunca te lo digo
pero si no te quisiera
no serías mi marido

El día que yo me muera
no te pongas a llorar
la pena tírala a un pozo
y las lágrimas al mar.

Al estribillo

Que te quieres tú “poné”*
qué te quieres tú “apostá”*
que cuando besas mi boca
no me pongo “colorá”.

Al estribillo

*Del canto popular

* Versos pertenecientes al canto popular.

Gitana, ¡qué arte tienes!

Dedicada a María Begoña Ramos, bailaora de tronío.

¡Ese voleo de falda!

Gitana, ¡qué arte tienes!

que los lunaritos blancos

con tu fuerza se desprenden.

Las flores de tu mantón

vibran como si tuvieses

mariposas en tu pecho

con alas de escarcha y nieve.

Y una rosa en la cintura

entre volantes sostienes

que se ha prendado de ti.

Mi niña, ¡qué guapa eres!

R. Bersabé Montes

Astigi (Sevillanas)

Sevillanas dedicadas a mi pueblo.

Astigi Civitas Solis

solo tú serás llamada,

Por tu belleza y tu encanto

y por tu tierra embrujada

Por tus calles con solera

Por tus plazas, por tus gentes

y el aroma que derramas

Astigi Civitas Solis

solo tú serás llamada.

Tiene once torres mi pueblo

como soles relucientes

y un río en el que se asoman

los bellos arcos del puente.

Once veletas al viento

reparten ventura y sueños

y presumen porque pueden,

tiene once torres mi pueblo

como soles relucientes.

Écija gitana y mora

yo no la puedo cambiar

ni por el mejor tesoro

que me pudiera encontrar.

mi tierra es un paraíso

que siempre está en mi memoria

y la tengo en un altar,

Écija gitana y mora

yo no la quiero cambiar.

Te sueño de noche y día

Écija de mis amores

tierra de grandes poetas

que te dan gloria y honores

y cuentan de tu hermosura

de tu sal y tu blancura

y el brillo de tus blasones

te sueño de noche y día

Écija de mis amores.

Rosario Bersabé Montes

Con leche miel y canela (Villancicos)

 A Belén van los pastores 

con leche, miel y canela. 

 Para ofrecer al chiquillo

los pastores llevarán

pasteles y  tierno pan

y un humilde canastillo

con ramitas de tomillo

para que enciendan candela.

A Belén van los pastores 

con leche, miel y canela.

La Virgen lava pañales

y los tiende una pastora

y una luz deslumbradora

guía a reyes orientales

que en sus mochilas reales

llevan dulces de ciruela.

A Belén van los pastores 

con leche, miel y canela.

San José regocijado

mece al niño redentor,

que se duerme al resplandor

del titilar de un lucero 

y el humilde carpintero

al niño dormido vela.

A Belén van los pastores 

con leche, miel y canela.  

Trovador (Sevillanas)

Sevillanas dedicadas al gran poeta y payador chileno Hugo González Hernández

I

Por el valle del Genil

trinó un día tu guitarra

y su trino quedó impreso

por las calles de Granada.

Y sembraste, trovador,

por las orillas del río

tus coplas y tus palabras

y aún resuenan sus ecos

en los muros de la Alhambra.

II

Llegaste desde tu tierra

hasta aquí,  tu tierra hermana

y con los brazos abiertos

te recibió toda Málaga.

Con tu canto sin igual

enamoraste a la gente

de Villanueva de Tapias

y hasta las piedras quedaron

de tus décimas prendadas.

III

Vuelve pronto trovador

que Andalucía te extraña

y regálanos tu canto

desde el río a la montaña.

Siempre serás bienvenido

a estas tierras andaluzas

seducidas por tus payas,

por tu Décima Espinela

y el trino de tu guitarra.

IV

Y si vienes por Sevilla

se vestirá la Giralda

con vestidos de volantes

y mantilla verde y blanca.

Y el parque María Luisa,

el barrio de Santa Cruz

y el Giraldillo de plata,

en tu honor se arrancarán

a bailar por sevillanas.

R. Bersabé (30 de mayo de 2013)

Por ti suspiro (Sevillanas)

l

Espejo son tus ojos

de verde oliva

de verde oliva

espejo son tus ojos

de verde oliva

espejo son tus ojos

de verde oliva.

De verde oliva

que me quitan el sueño

cuando me miras

que me quitan el sueño

cuando me miras.

Por ti suspiro

y hasta me falta el aire

por ti suspiro

y hasta me falta el aire,

cuando te miro.

ll

El romero en el campo

verde florece

verde florece

el romero en el campo

verde florece

el romero en el campo

verde florece.

Verde florece

del color de los ojos

que a mí me pierden

del color de los ojos

que a mí me pierden.

De tanto amarte

me estoy volviendo loca

de tanto amarte

me estoy volviendo loca

con tus desplantes.

 lll

Barquitos en el mar

lluvia en el campo

lluvia en el campo

barquitos en el mar

lluvia en el campo

barquitos en el mar

lluvia en el campo.

Lluvia en el campo

lágrimas en mis ojos

si no te abrazo.

lágrimas en mis ojos

si no te abrazo.

Por ti me pierdo

Si me miran tus ojos

por ti me pierdo

y me robas el alma

y hasta el aliento.

lV

El sol a la amapola

la ha marchitado

la ha marchitado

el sol a la amapola

la ha marchitado

el sol a la amapola

la ha marchitado.

la ha marchitado

y yo me estoy muriendo

sin  tus abrazos

y yo me estoy muriendo

sin  tus abrazos

por ti yo muero

Cuánto te quiero niño

por ti yo muero

y por tu boca iría

hasta al infierno.

La cruz (Seguidillas)

Llevo tus besos, niño,

entre mis labios

y en las manos la cruz

de mi rosario.

Las cuentas son de oro

la cruz de plata

y tus besos amargos

como retama.

Y cada noche rezo

para que vuelvas

y cuanto más te quiero

tú más te alejas.

Te aguardo en mi jardín

ay, jardinero,

para regar mis flores

con tus te quiero.

Yo te quiero en mi jardín (fandango)

Inspiración de poetas

son niña tus labios rojos

y  tus ojos dos estrellas

que a mí me llenan de antojos

y a tu cuerpo me encadenan.

Yo te quiero en mi jardín

como la flor más hermosa,

quiero besar el carmín

de tu boquita de rosa

tus labios quiero “pa”mí.

He perdío la esperanza (fandango)

Tengo en el alma una “hería”

y desconsuelo en mi pecho,

¿porque me quitas la “vía”

con el puñal de los celos?

¡Tanto como me querías!

He “perdío” la esperanza

y de mis labios la risa,

eres “moneíta” falsa

no me cuentes más pamplinas

que no creo en tu palabra.

No aceches por las esquinas

déjame ya respirar,

que me has “robao” la alegría

y no quiero verte más

vete de la vera mía.

Un pajarillo en su jaula (Fandango)

Yo vi un día como lloraba

cantando su desconsuelo

un pajarillo en su jaula

que aún no había  emprendido el  vuelo

y quería estrenar sus alas.

Abre la jaula decía

con lágrimas en los ojos

que puede que llegue el día

que a ti te pongan cerrojos

y entiendas la pena mía.

Rosario Bersabé Montes