Ven pronto que tengo frío

Tú te piensas que soy tuya

y que siempre he de quererte

porque nos bendijo un cura.

Mira si yo te he querío

que al primer hijo que tuve

le puse tus apellíos.

Desde que te conocí

el día que no te veo

yo me quisiera morir.

Esperando en mi ventana

me estoy muriendo de frío

serranito de mi alma.

Canta el gallo en el corral

Canta el gallo en el corral

dime con quien te entretienes

que llegas de “madrugá.”

Los celos me están matando

que estoy leyendo en tus ojos

que ya me estás “olviando.”

Con una vela “encendía”

a la Virgen  pregunté

que si tú aún me querías.

La virgen me contestó

que me “olviara” de ti

que el amor se te acabó.

Hoy me han regalado flores

Hoy me han regalado flores

con una dedicatoria,

maldita jaculatoria

que acrecienta mis dolores.

Cuatro versos destructores

leídos con desespero.

Cuatro cuchillos de acero,

que aceleran mi agonía

qué triste es la vida mía

que por cuatro versos muero.

En el desván del recuerdo

En el desván del recuerdo

encontré cartas añejas

y al abrirlas percibí

el sabor de las almendras

que un día probé en tu boca

donde bebía avarienta.

Encontré versos escritos

con la sangre de tus venas

y pétalos de una rosa

que me diste en primavera

que entre las hojas de un libro

aún se mantienen frescas.

Me tienes loca de amor
mi tiempo  en ti se detiene
y no te puedo olvidar
gitanitos de ojos verdes.
Ay, chiquillo, no me mires,
que tu mirada me pierde.

Al oído me decías (Fandangos)

Al oído me decías,

con tus besos me alimento,

con tus besos me alimento,

y al revolver de una esquina

me vendes sin miramientos,

¡qué grande es tu cobardía!

Y cuentan las malas lenguas

que lloras arrepentido

que lloras arrepentido

paseando por mi puerta

y que triste y abatido

pareces un alma en pena.

Vete por donde has venido

y déjame ya tranquila

y déjame ya tranquila

que tu llanto no me importa

y tus cuentos y mentiras

ve y cuéntaselos a otra.  

La parca (Décima espejo)

nunca la vemos venir

porque toma precauciones

no enseña sus intenciones

hasta que nos ve morir

ya nunca podremos huir

de la parca traicionera

está a nuestra  cabecera

con sonrisa socarrona

nos coloca su corona

cuando menos se la espera

cuando menos se la espera

nos coloca su corona

con sonrisa socarrona

está a nuestra  cabecera

de la parca traicionera

ya nunca podemos huir

hasta que nos ve morir

no enseña sus intenciones

porque toma precauciones

nunca la vemos venir

R. Bersabé