En el desván del recuerdo
encontré cartas añejas
y al abrirlas percibí
el sabor de las almendras
que un día probé en tu boca
donde bebía avarienta.
Encontré versos escritos
con la sangre de tus venas
y pétalos de una rosa
que me diste en primavera
que entre las hojas de un
libro
aún se mantienen frescas.
Me tienes loca de amor
mi tiempo en ti se detiene
y no te puedo olvidar
gitanitos de ojos verdes.
Ay, chiquillo, no me mires,
que tu mirada me pierde.
Me tienes loca de amor
mi tiempo en ti se detiene
y no te puedo olvidar
gitanitos de ojos verdes.
Ay, chiquillo, no me mires,
que tu mirada me pierde.