Si no estás arrepentío
no te pueo perdonar
que sangra el corazón mío
con una hería mortal
Te di a beber de mi vino
cumplí todos tus antojos
y sembraste mi camino
con clavos y con abrojos.
¡Tanto como me querías,
me diste una puñalá
que aún me sangra la hería!
me diste una puñalá
que aún me sangra la hería!
Por eso no quiero verte
ni que vengas a llorarme
a la hora de mi muerte.
R. Bersabé
No hay comentarios:
Publicar un comentario