martes, 6 de agosto de 2013

¿A qué vienes?


Cuando la sed me abrasaba,
tú, me negabas el agua
cuando imploraba tu amor
también, tú, me lo negabas.

Te alejaste de mi vida
y miedo tuve al perderte
¡y ahora que te olvidé
preguntas por mí a la gente!

¿Por qué vienes a rogarme
triste y apesadumbrado
con lágrimas en los ojos
dolorido y cabizbajo? 

¿Por qué paseas mi calle,
por qué me imploras llorando,
si te alejaste de mí
para buscar otros brazos?

¿Por qué me asechas al paso,
por qué me regalas flores,
si cuando estabas conmigo
ni recordabas mi nombre?

¿Para qué vienes ahora
pidiéndome mil perdones,
sabiendo que no me importas
y ni quiero que me nombres?  

Ya no vengas a buscarme
que no soy aquella niña
la que buscaba tus besos
y tus palabras bonitas.

Ya no me cuentes pamplinas
ni vengas a mi ventana.
¡Déjame vivir  tranquila,
que aquí... ya no pintas nada!


(Agosto 2007)



No hay comentarios:

Publicar un comentario